miércoles, 11 de febrero de 2015

Otro buen ejemplo de Servicio y Marketing Activo

El domingo por la noche compré un envase de un litro de helado de vainilla  de D'Onofrio (Una marca de la empresa Nestlé) en un supermercado. Al llegar a casa lo empezamos a comer y luego de sacar algunas cucharadas (realmente muchas), encontramos que el helado tenía hielo en el fondo como pueden ver en esta foto:


En esta época de uso y abuso de redes sociales, podría haber subido la foto en una quejándome de cómo era posible que me vendiesen un helado así. Y hubiese sido injusto, primero porque no me había comunicado con la empresa a fin de darle la oportunidad de responder y segundo porque probablemente la culpa del deterioro del helado podría haber sido una mala manipulación en el supermercado donde lo compré. Así que decidí esperar a que sea lunes para llamar al call center de servicio al cliente de Nestlé.

Todo fue una grata experiencia y una lección de trato al cliente que muchas otras compañías deberían aprender. Me respondió una señorita muy amable, a la que le expliqué el problema, me pidió disculpas ,me pidió mis datos personales (cosa válida para identificarme) y  y me explicó que es lo que iba a hacer: enviarme un courrier a recoger el helado, le iba a tomar una foto del estado en el que estaba y me iba a dejar uno de reemplazo. Que a más tardar el miércoles iban a pasar por mi casa, luego iban a hacer pruebas con el helado y compartirían conmigo el resultado de dichas pruebas.

El día miércoles se acercó el mensajero de Nestlé a mi casa llevándome un helado de reemplazo (correctamente refrigerado en una caja térmica) y adicionalmente me llevaron esto:


Una canasta con los chocolates más conocidos de Nestlé D'Onofrio. Gesto que no era necesario, pero que fue la cereza que coronó el pastel. Y para Nestlé aunque no lo crean fue negocio, es una aplicación de marketing activo, demostrarle al cliente que estás con él cuándo fallas.

Si bien no tengo los costos de producción y venta de Nestlé, el helado al tipo de cambio cuesta US$ 4.00, suponiendo que el supermercado margina 50% Nestlè debe vender cada unidad en US$ 2.00, no tengo idea cuál podría ser el margen bruto por helado, pero si consideramos un 30% a Nestlé hacer cada helado le cuesta US$ 1.40 y gana US$ 0.6. En la canasta de chocolate debe haber gastado no más de US$ 1.50 (cómo costo) y el mensajero probablemente es de su staff (era una persona sumamente educada), así que digamos que el envío le costó US$ 10. Es decir con US$ 12.90 me transformó en un cliente satisfecho. ¿Cuánto puede hacer en publicidad con US$ 12.90? nada. ¿Cuánto hubiese perdido si yo dejaba de ser cliente de ellos? probablemente mucho, mucho más. No me he puesto a pensar, pero entre helados, chocolates, panetones y galletas mi familia y yo debemos generarle a  Nestlé D'Onofrio unos cientos de dólares de utilidad. ¿Fue lógico invertir US$ 12.90 para ganar US$ 200 en un año o US$ 2 000 en 10 años?. Claro que si, el rendimiento sobre la inversión es bastante alto. Y voy a seguir consumiendo productos Nestlé - D'Onofrio por un largo tiempo, por que aparte de tener buenos productos la empresa estuvo ahí cuándo la necesité.

Sé que algunos pensaran que no faltarán las personas deshonestas que harán denuncias falsas para verse beneficiados con chocolates gratis, pero si la empresa tiene una buena base de datos, personal bien capacitado y los procesos establecidos, este es un riesgo muy pequeño. No es regalar la empresa, es demostrarle al cliente que estamos con ellos cuándo nos necesita.

La próxima vez que su empresa falle en atender a un cliente, póngase en los zapatos de este y piense quien pierde más si el cliente se va a la competencia. Un pequeño gesto para solucionar el problema estoy seguro le será sumamente rentable a largo plazo. 

miércoles, 4 de febrero de 2015

Aunque Usted No lo Crea...

El primer post de este artículo se llama “Cómo odio a los clientes”, y ahí comentaba algunas cosas que las empresas suelen hacer como si su objetivo fuese espantar a los clientes. Pues bien, le voy a comentar dos cosas que sucedieron hace poco en una tienda por departamentos que también tiene un banco. Una fue una experiencia personal y la otra le pasó a una amiga cercana.
Caso 1 Burocracia para cambiar una camisa
La semana pasada me compré dos camisas, cuando llegue a casa las saqué de la bolsa para plancharlas y me di con la sorpresa que una de ellas tenía una pequeña mancha en una de las mangas.
Cómo una mancha es una mancha por pequeña que fuera, a los dos días regresé a la tienda para cambiar la camisa por otra exactamente igual (marca, talla y color), llevando el recibo de compra y los empaques originales.  El proceso más simple, que le facilita la vida al cliente, hubiese sido permitirme ir a la sección donde compré la camisa, buscar a un vendedor darle mi camisa y que me dé una nueva y listo. Pues no, tuve que ir a otro piso a una plataforma de atención, sacar un ticket, sentarme a esperar, luego de un rato me llama uno de los empleados de contacto, le comento que pasó, le doy la camisa, el empaque y el comprobando de venta, revisa los datos en el sistema, luego me dice que me siente y se va con la camisa a verificar el código, luego de un buen rato regresa (supongo que fue al área de ropa para caballeros),  me llama, me pide mis datos, los ingresa en el sistema y finalmente me emite una nota de crédito. Luego tuve que bajar a la sección de ropa de caballeros, buscar la camisa, llevarla a caja y pagar con la nota. ¿No son muchos pasos para un simple cambio? ¿Pensarán en el cliente en esa tienda? O ¿el proceso es adrede diseñado de manera engorrosa para desalentar las devoluciones y cambios? Eso ahuyenta a los clientes.

Caso 2 Si uno de nuestros vendedores la engaña, es su culpa por no fijarse
Mi amiga compró hace unas semanas un sofá para su sala, lo pagó con la tarjeta de la tienda para tener el descuento especial e inmediatamente canceló el total de la compra más un monto adicional por si habían portes o comisiones.
Grande fue su sorpresa cuando tiempo después le llegó el estado de cuenta de la tarjeta en la que le cobraban una pequeña cantidad por la emisión del mismo y al revisarlo se dio con la sorpresa que tenía una deuda. Como es lógico fue a reclamar personalmente, la persona que la atendió le dijo que lo más probable era que el vendedor le hubiese hecho la venta a 48 cuotas porque así gana más comisión y le recomendó presentar un reclamo, cosa que hizo.
La respuesta al reclamo fue de antología, lo declararon improcedente pues mi amiga había firmado aceptando la compra en cuotas. ¿A alguien en su sano juicio se le ocurre comprar algo en cuotas y pagarlas por adelantado casi todas juntas porque la suma de las cuotas es mayor que el monto de la compra pues en el cálculo se incluyen los intereses?  Es decir adelantó 40 cuotas sin recibir nada a cambio.
Esto que a todas luces es una acción inmoral de un trabajador, le da la oportunidad a la empresa de demostrar que le interesa al cliente, termina embarrándola echándole la culpa a este por no revisar el papel ¿Vale la pena los pocos cientos de soles que la empresa dejaría de ganar por anular esa compra en cuotas la mala imagen que se va a hacer por comentarios en redes sociales o una queja con las autoridades o en algún noticiero? Evidentemente no.


Lamentablemente en esta empresa el servicio al cliente no es importante. Aunque usted no lo crea…